6 dic 2018

BioDanza con las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada


Con motivo de las Bodas de Oro de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada

Hemos celebrado durante cinco días, unas jornadas de Biodanza srt y Educación Biocentrica, en el convento de Moncada. Valencia
Estaban inscritas 33 hermanas de entre 60 y 80 años, que han estado toda su vida en misión, por diferentes partes del mundo, estando al servicio en los lugares que más se necesitaba.
Agradecer en el alma todo lo compartido, es de reconocer la labor y la tremenda inspiración que son estas mujeres, ejemplo de fortaleza, amor y coraje... un verdadero placer ser participe de esta alianza al servicio de la vida y juntas celebrarla con Biodanza







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8 ago 2018

Educación Biocentrica. Biodanza noticias y vídeos


II Jornadas de Innovación en la Educación:
Cefire y la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte de la Generalidad Valenciana
                   
Formación interna de Educación Biocentrica y Biodanza a profesores:

21 abr 2018

Biodanza acuática



Biodanza Acuática: 

La búsqueda del paraíso perdido


El agua es el elemento fundamental para la vida, en ella se creo, en ella se perpetúa y ella es el elemento mayoritario de todos los seres vivos.
La vida se originó en un medio acuoso y todos los primeros organismos vivos fueron anaerobios (viven en ausencia de oxigeno). La aparición de los primeros organismos aerobios (que pudieron vivir fuera del agua), fue el resultado de la cooperación y la simbiosis entre un organismos anaerobio y una bacteria que podía metabolizar el oxígeno. Esa bacteria que confería la nueva capacidad de respirar fuera del agua, fue incorporada de una forma estable en el nuevo huésped como uno más de sus orgánulos celulares, dando lugar a la mitocondria, que es el único orgánulo de la célula con ADN propio. La teoría Endosimbiotica del origen bacteriano de las mitocondrias, postulada por Lynn Margulis, está totalmente demostrada.
Este no es un ejemplo aislado de cómo la cooperación es parte importante en los procesos evolutivos, pero en un mundo tan competitivo como el nuestro, siempre ha interesado más ver el proceso de la evolución como un proceso de adaptación competitiva en vez de cooperativa. De hecho hoy sabemos que muy al contrario, es la cooperación lo que nos va ayudando a sobrevivir a los nuevos cambios ambientales. El primer ejemplo es el ser humano cuyo genoma tiene una cantidad ingente de material genético proveniente de virus y todo tipo de microorganismos. Somos lo que somos gracias a que nos abrimos a la entrada de huéspedes, que se quedaron aportándonos nuevas capacidades y ventajas para la evolución de la especie.
Al igual que las primeras formas de vida, nuestros primeros meses de vida como mamíferos, tiene lugar en el medio acuoso, el líquido amniótico de nuestras madres. En esos nueve meses de experiencia oceánica, nuestra existencia está muy ligada a sensaciones de bienestar y placer, porque sin esfuerzo, recibimos todo lo que necesitamos para crecer y desarrollarnos. Puede ser, que cuando hablamos del “paraíso perdido”, pudiéramos referirnos a ese momento de nuestra existencia. ¿A que no estaría nada mal recuperar ese paraíso, aunque solo fuera en pequeños momentos de nuestra vida?
La biodanza es un sistema que favorece la búsqueda y el reencuentro con nuestros orígenes. De hecho en la definición que hizo, Rolando Toro, su creador, está incluido que es “un sistema de reaprendizaje de las funciones originarias de la vida”. Voy a tratar de desarrollar un poco algunas de las formas en la que este reaprendizaje tiene lugar.
Aunque damos a luz sin haber completado nuestro desarrollo fetal, y por eso necesitamos que nuestros primeros meses de vida sean lo más parecido a nuestro ambiente uterino, cálido y nutricio, no nacemos incompletos. Venimos al mundo con todos nuestros potenciales preparados para ser desarrollados, de hecho, si recibimos la nutrición suficiente, nuestro organismo tiene una sabiduría innata que le permite realizar todas sus funciones de forma espontanea. Entendemos por nutrición, tanto el alimento como el afecto, ya que la falta de cualquiera de ellos, es incompatible con la vida.
La cultura, a través de normas impuestas que van en contra de nuestra necesidades fisiológicas y por tanto, en contra de la vida, hace que nuestro cuerpo se aleje de la sabiduría innata que garantiza su salud. Dejamos de comer y beber cuando sentimos la necesidad, para pasar a hacerlo en los momentos establecidos. Lo mismo ocurre con otras necesidades orgánicas básicas y con la expresión de las emociones, que son postergadas o reprimidas, alterando nuestro equilibrio y dando lugar a la enfermedad.
La biodanza favorece y permite la expresión de las emociones, sensaciones e instintos, y de esa forma, ayuda a que mecanismos naturales que se habían perdido o alterado por influencias culturales y entornos afectivos tóxicos, se re-establezcan o reaprendan nuevamente. Una de las formas en las que lo hace es volviéndonos a reconectar con el niño alegre y lúdico, que descubre y conoce el mundo y aprende a través del juego. Por eso, el juego, es un recurso vivencial y pedagógico fundamental de la biodanza, y es muy común que muchos de los participantes relaten la influencia positiva que ha tenido en sus vidas, reconectarse con su dimensión lúdica, o como dice la canción de Jarabe de Palo“volver a ser un niño”.
De la misma forma que en la primera célula que fuimos cuando el óvulo y el espermatozoide de nuestros padres se unieron, estaba todo el potencial para general un bebe completo, en éste, está todo el potencial para nuestro perfecto crecimiento. A parir de esta primera células se generaron nuevas células indiferenciadas (lo que se llama también, células madre), que fueron generando células más diferenciadas, hasta dar lugar a las que componen los diferentes tejidos y tipos celulares (musculares, sanguíneas, óseas, nerviosas, etc…), que nos conforman.
Mirando el proceso desde el origen, es más fácil entender que para avanzar, rectificar o sanar, es necesario volver atrás, hacer un aparente retroceso. Como dijo Rol Carballo“Si los sistemas biológicos no fueses capaces de regresar a una fase primaria del desarrollo, o sea a una fase embrionaria de su estructura, desdiferenciándose, el organismo perdería uno de sus más importantes dispositivos de seguridad”.
El mecanismo que utiliza la biodanza para que tenga lugar este retroceso que permite la regeneración y el reaprendizaje de las funciones orgánicas, es mediante la inducción de “trance integrativo”, que permite la entrada a un estado regresivo. Algunos de los factores que favorecen esta inducción son: músicas especificas, movimientos que inducen la pérdida del control voluntario, la voz y las caricias. Pero uno de las vías más directas y profundas para conseguir estos efectos es a través de la extensión denominada Biodanza Acuática.
Esta extensión se realiza en agua a temperatura corporal, para simular las condiciones uterinas y favorecer la experiencia oceánica que tuvimos durante ese periodo de nuestra existencia. El agua tiene un efecto amplificador o “lupa”, sobre la vivencia, de forma que todos los efectos obtenidos en una sesión en sala, se ven multiplicados en el agua. Por eso, incluso los que practican biodanza en grupos semanales, experimentan una transformación importante cuando practican biodanza acuática.
¿Quién de nosotros no nos hemos dado un baño calentito para tranquilizarnos, relajarnos, mitigar dolores musculares, o simplemente por placer? Pues si a esos efectos, le añadimos los de la biodanza, tenemos un montón de beneficios a nivel físico, psíquico y emocional.
El principal objetivo de la biodanza acuática es estimular vivencias de regresión al origen, mediante la inducción de estados de trance en el agua. Esta experiencia de trance produce una posterior estado de: expansión de conciencia (accedemos a una visión más ampliada de la realidad), reparentalización (una experiencia de renacimiento con amor), renovación celular y estimulación de nuestro humor endógeno. Pero también hay objetivos secundarios como:
– La optimización del mecanismo de autorregulación neurovegetativa (efecto anti-estrés).
– Inducción de un proceso de nutrición celular (efecto trofotrópico)
– Estimulación del instinto lúdico
– Restauración del erotismo y conexión con el placer
A algunas personas les ha servido para perder el miedo al agua o a reconciliarse con ella, pero a todos nos sirve para aumentar nuestra capacidad de fluir, experimentar ligereza y capaces de sostener a otros. Su poder disolvente nos ayuda a disolver tensiones, y como es un elemento que une, experimentamos con más facilidad la sensación de unión y el sentimiento de solidaridad.
La biodanza acuática es una verdadera experiencia oceánica donde uno puede volver a sentir por unos instantes un retorno al paraíso perdido. Igual que hay un tiempo para cada cosa, y cada cosa tiene su tiempo, tal vez, sea tu momento para sumergirte en una experiencia de renacimiento.
Pilar Peña
Facilitadora y Didacta de Biodanza SRT
Doctora en Biología Molecular


  imagen bio acuática escuela de Granada


Al encuentro del Paraíso Perdido


Una de las extensiones más importantes de Biodanza es Biodanza Acuática porque actúa directamente sobre el psiquismo celular (lo que Rolando Toro llamó Inconsciente Vital)
Del agua provenimos y nuestras células recuerdan el templado rumor que nos mecía cuando similares a peces gozábamos inocentemente de la vida. El agua representa el abandono, el placer, el instante vivo, la regresión, la vivencia oceánica, sensación conmovedora de perder los límites del cuerpo físico para flotar en un fluido reconfortante y tranquilizador, sin espacio y sin tiempo.
Biodanza acuática es una de las más grandes propuestas de Rolando Toro para un mundo “carente de placer, afecto y enfermo de civilización” Esta extensión es una verdadera experiencia de renacimiento, que disuelve las corazas y reduce el nivel de estrés. No es sólo una experiencia de sensibilidad y emoción, también abarca un sentimiento afectivo y de ternura profunda.
Los sentimientos de revitalización y armonía, que derivan de la vivencia de Biodanza acuática, predisponen a las personas a nuevas formas de acción y de relación consigo mismas, con los demás y con la naturaleza”
Las sesiones de se realizan en una piscina, con agua a una temperatura constante entre 33º a 35º. Esta propuesta, con música, movimiento, grupo y con las condiciones especiales que nos ofrece el agua caliente, facilita que los participantes alcancen una vivencia oceánica, un estado de fusión con la totalidad.
“Carl Gustav Jung describió la vivencia oceánica como un estado de fusión con la totalidad. Las aguas han sido vinculadas en muchos pueblos al mito de la eterna juventud. El rejuvenecimiento hay que buscarlo en las fuentes de agua vivas. Jung establece relaciones profundas entre la experiencia con el elemento primordial agua, y la experiencia de lo originario.
La fusión con la totalidad cósmica y la fusión de los sexos opuestos a través de la inmersión en el agua, es una experiencia de lo originario, una condición mística.
Existe una gran poética del agua. El autor Gatón Bachelard en su libro “El Psicoanálisis del Agua. Purificación, muerte y resurrección.” Expresa la relación humana entre el mar y la madre nutritiva.” Rolando Toro
Los efectos de la Biodanza Acuática:
A nivel existencial:
• Fuente de vida
• Medio de purificación
• Renacimiento con amor
A nivel orgánico:
• Integración global de todo el cuerpo
• Renovación orgánica
A nivel psicológico:
• Disolución de tensiones
• Superación de los estados de angustia
• Elevación del humor endógeno (antidepresivo)
• Sentimiento de libertad – apertura a ser espontáneo
• Desaceleración psicomotora, disminuyendo el nivel de vigilancia (anti-estrés)
• Aumento de la capacidad de auto-curación, conexión con el Inconsciente Vital
• Capacidad para reencontrarse y tomar contacto consigo mismo
• Restauración del erotismo
Desde la más genuina y transformadora propuesta de Biodanza, la posibilidad de disolver la tensión creada en la infancia que inhibe la natural amplitud de nuestra percepción, posee la magnitud de un decisivo acto existencial.
Maite Bernardelle
Directora de la Escuela Hispánica de Biodanza. Sistema Rolando Toro de Madrid

extraído de "Espacio Humano. Una revista con alma"

19 abr 2018

CELEBRACIÓN del día MUNDIAL de BIODANZA , 19 Abril 2018





La danza de la vida en Cala Llonga

Erika Cervera y Mila Lasaosa organizan una sesión de biodanza para integrar emociones, pensamientos y acciones

24.04.2018 | 21:53
Biodanza La Carpa de Circolar en Cala Llonga acogió este domingo la celebración del Día Mundial de la Biodanza, un sistema de crecimiento personal y humano a través de la música y el baile. Más de cuarenta personas de todas las edades participaron en este encuentro que pretende conectar a sus participantes con la alegría de vivir y el movimiento de pleno sentido, según explica la educadora Erika Cervera


Erika Cervera, en el centro de la imagen, explica uno de los ejercicios. TOMÁS GÓMEZ
Nada más empezar la sesión de biodanza, los participantes deben elegir a dos personas del grupo y caminar manteniéndose entre ellas durante un rato. El grupo se aglutina entonces en medio de la carpa y aprende la primera lección del encuentro: todos los movimientos generan un efecto en otras personas. Erika Cervera y Mila Lasaosa guían a más de cuarenta personas en la celebración del Día Mundial de la Biodanza, un sistema de crecimiento personal y humano a través de la música y el baile. La jornada tuvo lugar este domingo en la carpa de circo de Circolar en Cala Llonga.
Bailar como si fuesen a comerse el mundo es otro de los ejercicios, así como interactuar en un grupo de cuatro personas a modo de tren imitando los movimientos de la cabeza de la locomotora. La gente mueve los brazos como si nadara, buceara o volara. Todo está permitido en este juego que conecta a desconocidos, excepto hablar para no salirse del cuerpo. Cada música es diferente para cada nuevo reto.
«Me gusta definir la biodanza como una mezcla de ciencia, arte y amor», explica Erika Cervera, una valenciana que descubrió esta disciplina hace doce años y que la aplica en Ibiza desde hace año y medio. «Todas las danzas y músicas están pensadas para integrar una emoción, un pensamiento y una acción» o lo que sería lo mismo, «unir mente, corazón y acción», matiza, para así conectar con la «alegría de vivir».
Durante la sesión de biodanza la gente comparte miradas y contacto físico siempre desde el respeto. «Como mamíferos que somos, necesitamos el contacto del otro», explica. Por eso durante las sesiones hay una propuesta donde se camina juntando las palmas con otros y no soltando a nadie hasta que vuelva a estar conectado con otra persona su otra mano
Foto de familia del grupo de participantes. ERIKA CERVERA
«Vivimos en una sociedad donde lo que prevalece es la producción, estamos estresados y hemos olvidado lo que es la esencia de la vida. Las personas vienen a biodanza para tener un espacio más humano y no querer llegar a un lugar si no disfrutar de lo que somos», asegura.
Erika Cervera trabaja la biodanza con personas invidentes, enfermos de alzhéimer, familias y escolares. «Es una pedagogía que nació en los años 60 de la mano del psicólogo chileno Rolando Toro y que se puede aplicar a cualquier campo o necesidad, donde hay un trabajo individual, pero sobre todo grupal». La biodanza es un «movimiento de pleno sentido», en palabras de Cervera. «Cuando unificas lo que piensas, lo sientes de corazón y lo llevas a la acción eres feliz». «Vivimos disociados cuando el pensamiento no coincide con lo que sentimos ni con nuestra acción», asegura.
Durante la sesión todos los asistentes inflan un globo con sus deseos y entre todos bailan manteniendo todos los sueños en el aire empujando los globos hacia el cielo. La sesión acaba con miradas fijas a los ojos y abrazos entre las personas que han compartido la experiencia.
En algunos momentos del encuentro se producen llantos o explosiones de risa mientras los pies descalzos conectan con la tierra. Tras dos horas de música y baile la sensación al final si no es de felicidad se parece bastante